viernes, 11 de junio de 2010

Juntar un Album de Fútbol


El primer Álbum que tuve en mi vida entera, fué el álbum de Italia 90`. Muchos opinan hoy que ese Campeonato Mundial no tuvo mucho brillo, que se hicieron pocos goles, que fué mezquino. Pero yo lo recuerdo con mucho cariño, pues fué el primer mundial del cual yo tengo uso de razón, y que me ha dejado recuerdos imborrables. Uno de ellos, es sin duda alguna el primer Álbum que coleccioné en mi vida, gracias al cual llegué a memorizar los nombres de muchos jugadores y los países que representaban. Corría el año 90`Chile había recuperado su democracia y yo era un morenito de 6 años que lo único que quería era llegar a la casa luego del colegio y alcanzar a ver los últimos minutos de el último partido de la jornada o el resumen diario que daba el sapito Livingstone. Al ver dicho fanatismo, mi padre decidió comprarnos el album del mundial a mi hermano y a mí. Teníamos uno propio cada uno. Nos intercambiabamos las láminas e íbamos llenando nuestro álbum. Mi viejo nos traía los sobres con láminas diariamente, en iguales cantidades para que no pelearamos. Fué así como con Seba, mi hermano, conversabamos a diario sobre los jugadores que integraban las distintas selecciones participantes, como el gran Ruth Gullit y el genial Marco van Basten, de la Holanda campeona de la Eurocopa 1988. Mi hermano estaba más adelantado porque tenia la ventaja de acudir al colegio en la jornada de la mañana y podía ver todos los partidos el muy maraco. recuerdo cuando llegué un día corriendo del colegio a ver si alcanzaba a ver algo del mundial y él me contó cuando llegue a la casa que a René Higuita le habían quitado la pelota y le habían metido un gol el equipo de Camerún. El portero llamaba nuestra atención de niños nobles porque se llamaba igual que mi viejo.


Por esos años, se requería juntar tres tapitas de una coca-cola, fanta o sprite y uno las podía canjear por un sobre con láminas. Además cada sobre traía sus 5 o 6 láminas cada uno (no como últimamente que cada sobre valía 300 pesos y traía 3 láminas todas cagadas). Mi viejo, era amigo de las cocineras del casino de la pega así que lo llenaban de tapas de coca-cola diariamente. Gracias a ello yo y mi hermano completamos el Álbum de Italia 90`. Entonces, una noche mi viejo llega con el ansiado premio por completar el álbum: el balón oficial del Mundial, una adidas etrusco, pero con la salvedad que esta era el premio del álbum, así que en cada casco traía dibujado a "Ciao" la mascota del mundial (la mascota menos creativa de la historia de las mascotas mundialeras). Jugamos harto con esa pelota. Invitamos a jugar a los pelusones de la calle Conferencia, viejo barrio de Santiago centro, a cuadras del Estadio San Eugenio (donde alguna vez jugara el rey Pelé), hoy en ruinas. Eramos la envidia del barrio, pero compartíamos con los pelusones. Jugamos con el Oscarito, el Darcy, el Laucha, El andrés, el pablo, el guatón Toño, el Yury, y quizás quien cresta más. La pasabamos re bien, éramos felices, vivíamos en un país democrático y jugabamos a la pelota. Hasta que uno de los nuestros dejó pasar la pelota llegando hacia las ruedas de la infame "Manuel Montt-Cerrillos", uno de los recorridos de micros mas picadores de santiago. La verdad, ví el balón meterse entre las ruedas pero recuerdo que no la vimos salir, desapareció. Hasta ahí llegamos, lo demás es un misterio.


Al año siguiente nos cambiamos de barrio, pero seguía nuestro entusiasmo por los albums. Fué así como le hicimos empeño al "Album Copa America 91 y Torneo Nacional". palabras mayores, con una mayor cantidad de láminas. Me faltaron 3 putas láminas y lo llenaba. Ese año regalaban un Taca-Taca. Pero no importa, me ayudó a conocer a grandes valores de la escena nacional futbolera. Uno de ellos, Ronald Fuentes, que por esos años jugaba en Cobresal, era conocido en el ambiente de los albums como "El moco Fuentes", tras un error de impresión que le hacía parecer un loro verde en su fosa nasal. Sin dudas que dicho error no sería casualidad. La cerrera del talentoso defensa central está marcada por la mala cuea. Años más tarde lo conoceríamos como "el chilenita fuentes" por cometer errores garrafales en la zaga azul. Y para que hablar de la mano en el mundial de Francia 98 y de Bochardeaux. Bueno, en conclusión, ese álbum no me hizo ganar nada, pero conocí mucha gente que lo coleccionaba. Me hizo socializar con los nuevos muchachos que conocía en mi nuevo barrio de Maipú. Como "el cochino" Abarca, "el rata huamana" Obregón, "el guatón" Mella, "el care`desastre" Ponce, y otros más. También para conocer más datos sobre los equipos, ya que dicho álbum traía una complea informacion sobre la fecha de fundación de los equipos, los años en 1º division, los titulos nacionales, las mayores goleadas, etc etc etc.


Habían weones que jugaban en los recreos del colegio con las láminas. Un extraño método para acaparar láminas que uno no tenía: consistía en juntar a unos dos o más weones, que cada uno pusiera tres o más láminas volteadas en el suelo, se hacía un montoncito con el total y vamos pegandole con la mano para darles vuelta. cada lámina que uno volteaba era una ganancia. Los turnos se definían por cachipún. Había de todo, gente que se hacía mierda las manos pegandole al montón de láminas y otros que se escupían la palma para adquirir mayor agarre. Para mi parecer, un juego bastante estúpido por lo demás. Yo prefería el tráfico de laminas detrás del árbol de peo alemán. Ahí nos juntabamos los que sabíamos de láminas. Los que sabíamos cuales eran las mas dificiles de salir y que teniamos nuestro propio mercado de intercambio. Las niñitas impúberes se intrigaban y nos regalaban uno que otro beso. Yo, de puro weón, no aproveché lo que pude haber logrado, pero bueno, igual me dejaba querer.


En el año 94`durante el mundial de EEUU junté lo que probablemente haya sido mi último album. Aunque no recuerdo muy bien si había que juntar un álbum o no. Recuerdo que la promoción era juntar las tapas de Coca-Cola con los países participantes. Chile estaba austente por el maracanazo al igual que el mundial de Italia 90, pero no por eso nos ibamos a desanimar. Así que con los cabros teníamos individualmente una bolsa llena de tapas de bebida que contenían los nombres de las selecciones participantes. "LA Clave" como le llamabamos al equipo que no salía nunca, era la seleccion de Arabia Saudita. Se podría decir que Corea del Sur tambien lo era, pero yo la llegué a tener, así que era solo un mito. Inculso ese año por el colegio nos llevaron a la planta de la Coca-Cola por el colegio y cuando llegamos al lugar donde tapaban las botellas nos encontramos con un tambor de 10 metros de diámetro lleno de tapas blancas de la gaseosa, y todos los weones gritabamos al operador: "Tírame Arabia Saudita", entre ellos "el marrano" Molina, "El persiana Americana" Bustos, "el loco pastilla" Alvear, y "el lulo" Badilla. La verdad, ninguno de nosotros ganó ni una wea. Me contaron que el amigo de un vecino del primo del "Marrano" Molina, había completado las tapas de las en ese entonces 24 selecciones y ganó el premio que no recuerdo y que por lo tanto no tuvo que haber sido muy espectacular o bien me importaba un carajo. Fué así como le empecé a perder el gusto a juntar los álbums.


Este año, ante el entusiasmo que tenemos todos con esta seleccion, debo reconocer que pense seriamente en juntar el álbum del mundial. Yo sé que es una idea bastante nerd, que un weon peludo como yo junte un album. Pero estaba nostalgico y se me ocurrio. Menos mal que preferí coleccionar vinilos, porque el album que tiraron este año vale menos que callampa. Trae a todas las selecciones, menos a Chile ¿como la ves? Bastante weon el promotor del album, la empresa "Panini" que se ganó flor de demanda por publicidad engañosa.


En fin, quisiera saludar coordialmente a todo aquellos que juntaron un album alguna vez y que no ganaron ni un carajo, pero que gracias a eso hoy hablan con propiedad de jugadores como Oscar Lee chong, Wilson Free, Joel Molina, Carlos Gustavo de Luca, Gerardo Manuel "la vieja" Reinoso, Juan Carlos Almada, Rogelio Delgado, Walter Mella, Hector Adomaitis, Oscar Lepe. O los internacionales como Ricardo Rocha de Brasil, David Platt de Inglaterra, Sergio Goycoechea de Argentina, Roger Milla de Camerún, Lothar Matteus de Alemania, o el `portero Luis Gabelo Conejo de Costa Rica. Y recuerden, no hay peor álbum que aquel que se ha completado y que se ha llegado tarde a cobrar el premio, como le pasó al "guarisapo" Rodríguez, un cabro que me tocó conocer.

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